(Artículo publicado en El Día)
Debo a mi buen amigo y mentor en las fulgentes luces de la gastronomía canaria Francisco Belín el poder transitar por estas páginas desde mi teclado nómada; pero ya inevitablemente apasionado de archipiélago. Gracias, camarada. Y así, desde la humildad del “rookie” pero con el orgullo del converso…
No hará demasiados años que, en una visita profesional a Tenerife, fui deslumbrado inopinadamente por los primeros brillos de una generación joven que parecía girar en una órbita convergente y sinérgica (suma virtuosa de personalidades distintas), rara y feliz circunstancia que, unida al laborioso trabajo de los productores locales y al decidido apoyo de las instituciones, me advirtió de que algo grande se estaba gestando en las islas. ¿Nueva Cocina Canaria? Sí. Añado a lo dicho (y no es poco) el solidario y generoso apoyo de los predecesores de esta “new wave” -aquellos que de forma ímproba cimentaron la necesaria topología en tiempos de metal e incomprensión-, quienes, lejos de enroscarse como tapones, apoyaron y dejaron fluir sin reservas ni cicaterías la flamante buena nueva culinaria canaria. Una “revolución” exige el concurso valeroso y hasta el sacrificio magnánimo de todos, a pesar de que, como sabemos por experiencia, siempre habrá unos pocos disidentes espuriamente convencidos de poseer la “única verdad”. Pero no; los movimientos que han transformado (consolidándose) las diversas culinarias de España (Euskadi, Catalunya, Valencia o Galicia, por ejemplo) han sido fruto del esfuerzo común y transversal de todo el sector, desde el talento singular de un chef o la apuesta valiente de un empresario hasta la complicidad institucional, pasando desde luego por la creencia sincera (y crítica) de los mass media y de los “players” de la comunicación. Todo ello, y no es extrapolación vana por cierto, podría describir con precisión lo que está ocurriendo aquí, hoy.
El siguiente paso (sin ceder en la ambición interna, por supuesto) ya no admite dilación. Dar a conocer a todo el país, a todo el mundo (las fronteras están para traspasarlas) la imparable avalancha de la Nueva Cocina Canaria y todo lo que ella implica de inteligencia, materias primas propias y sus novedosos usos en la creación contemporánea, sugestivos nuevos formatos turísticos y asombrosos colores por estrenar. España entera, el mundo, nos aguardan.
El momento es ahora para rockear la Nueva Cocina Canaria.